Celebramos el Solsticio de verano

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El Solsticio de verano  y la agricultura

Hoy celebramos el Solsticio de Verano, por lo que le dedicaremos este post a tan mágica fecha y a su relación con la agricultura

El 21 de junio tiene lugar la transición de la primavera al verano, cuando el Sol alcanza su altura máxima y tiene lugar el día más largo. Por este motivo en muchas culturas, antiguas y modernas, se festeja el regreso del astro, sinónimo de que las cosechas han llegado a su punto máximo. Los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las siembras, las frutas, y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y dedicarse a otros menesteres.

Los antiguos celtas aprovechaban este ciclo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los hombres.

El solsticio es un tiempo para renacer y renovar. Se pone fin a la época oscura y se empieza a almacenar alimentos para pasar el otoño y el invierno.

El Solsticio en los Andes

En el hemisferio sur, al contrario que aquí, tiene lugar el Solsticio de invierno. Los andinos de Bolivia, Chile y Perú, celebran este día el inicio del año nuevo andino, en medio de ritos y ofrendas al Inti (Sol) y a La Pachamama (Madre Tierra) quienes invocan también la fertilidad de la tierra con el sacrificio de llamas, cuya sangre es una ofrenda al Sol y la Tierra y a otras deidades andinas para asegurar la prosperidad agrícola y pecuaria.

Allí en los Andes, donde todavía no han olvidado tanto como en nuestra sociedad estos rituales, rescatan estas ceremonias de nuestros antepasados con el finde asegurar la reproducción de la vida con las bendiciones del Sol para la siembra y la cosecha, estrechando así la relación entre el campesino y la Pachamama.

El Haylli era un canto andino de alegría y triunfo. Este que se muestra abajo se usaba al plantar las cosechas:


Los hombres: ¡Ea, ya he triunfado!
¡He enterrado el grano!
Las mujeres: ¡Ea, ya he triunfado!
Los hombres: ¡Nacerá la planta mañana!
Las mujeres: ¡Ea, ya he triunfado!
Los hombres: ¡Y vendrá la lluvia
e inundará el agua!
Las mujeres: ¡Ea, ya he triunfado!
Los hombres: ¡Florecerá luego
y ya tendré el choclo!
Las mujeres: ¡Ea, ya he triunfado!
Los hombres: ¡Vendrá la cosecha,
llenará la troje!
Las mujeres: ¡Ea, ya he triunfado!

Nuestro Solsticio de Verano

Con rituales o sin ellos, nosotros creemos que la relación entre el campesino y la tierra no deber perderse nunca. Trabajar los campos amando a nuestra Madre, agradeciendo y bendiciendo, nos ayuda cada año a tener una buena cosecha. Con amor sabe todo mucho mejor. ¡Feliz verano a todos!